sábado, 19 de noviembre de 2011

Be Swift.


Ya no quedan lágrimas. No queda papel, ni tinta para escribir. No quedan sentimientos, ni brillo, ni fe. No quedan ganas. No queda aire, no queda ropa que ponerse, no queda ni siquiera vacío que llenar. No queda nada.
Es justo entonces cuando la señora Dursley comenta: No hay mujer más hermosa en el mundo que Taylor Swift.
Me sorprendo. Es la primera vez en mucho tiempo que estoy plenamente de acuerdo con ella.
Entonces viene un fogonazo de fuego, luego uno de hielo, otro de luz. Y vuelve el de fuego, me rodea y me quema, pero me hace disminuir mis opciones.
Solo me queda correr hacia el horizonte o morir. Y no sé qué elegir.