viernes, 25 de mayo de 2012

Paradise

When she was just a girl...
La poetisa respiraba lento, miraba por encima de sus gafas de gran montura. La máquina de escribir martilleaba, pam, pam, sin dilación, pam, pam, sin recelo, pam, pum.
Retumbó en toda la habitación. Levantó su mirada de la hoja amarillenta, y observó la puerta de su exquisito despacho. Se apoyaba en el marco de la puerta. Y sonrió.
...sweet child of mine...
Caminaba con paso acelerado, buscando entre el gentío con la mirada a quien esperaba encontrar. No estaba del todo seguro de encontrarla, pero sabía, es más, sentía que estaba ahí. Empezando a exasperarse, resopló con fuerza, llevándose las manos en la cabeza. ¿Cómo iba a encontrarla entre mill...? Ahí.
...she says "we gotta hold on to what we've got"...
No podía ser, no podía. Era totamente imposible que todo terminara así, con dos simples palabras, y un tono continuo proveniente del otro lado de la línea. Ojos inundados, colgó el teléfono con rabia, y salió a la calle. Corrió, corrió, rasgó la oscura noche hasta ver una sombra con la cabeza apoyada en una cabina de teléfono. Sabía quién era. Le llamó. Él se giró, ojos inundados. No podía ser el fin.
...this time I'm not leaving without you...
Seguía esperando. El tren estaba a poco más de dos minutos de partir, y seguía esperándola. No podía irse sin verla por última vez. La había llamado tantas y tantas veces, que era imposible que no hubiera escuchado el teléfono sonar. Tal vez no quería volver a verle. Tal vez no quería saber nada más de él. El tren pitaba. Saldría en breves momentos. El humo empezó a inundar la estación... cuando apareció, sin aliento. Y su corazón palpitó, aliviado. Emocionado al verla con una bolsa de viaje en la mano.
...you are perfect to me...
Contemplaba con una sonrisa cómo dormía. Su piel pálida relucía a la  luz de la luna, los músculos de sus brazos se definían ténuemente en un perfecto juego de luz y sombras. Respiraba despacio, tranquilo. Le acarició el pelo, bajando hasta la mejilla y rozando con un dedo el filo de su mandíbula inferior. No podía creer que hubiera encontrado la perfección absoluta. Abrió los ojos, adormilado. Ahora entendió la perfección en su amplia gama.
...and I love you, I love you, I love you like never before.
Nervios. No. Nervios. No. Recelo. No. Pánico. No. Sabía que no podía salir. Todo el mundo la miraría, juzgarían cómo iba, cómo estaría su cara. Es el momento, es la hora. Se abrieron las puertas. y su corazón se encogió. Un puñado de personas la miraban atentamente. Con sonrisas amplias en sus rostros, todos conocidos. Miró hacia el largo pasillo, y cruzó la mirada con una cara más que conocida. Una cara feliz, radiante, bella. Sonrió. Calor. Sí. Calor. Sí. Seguridad. Sí. Harmonía. Sí quiero.


Come what may, I will love you until the end of time.

2 comentarios:

Al dijo...

APLAUSO, APLAUSO, APLAUSO!!!
Lo mejor que has escrito nunca, si me lo permites.

Virg dijo...

De esto que te quedas sin palabras... así me he quedado yo al leerte ahora. Apenas acabo de encontrarte y ya me encantas!