miércoles, 9 de marzo de 2011

Jacob.

Hoy, a causa de mi aburrimiento mortal sobre las ya superlativas mini-vacaciones que estoy teniendo, he decidido ver "Eclipse". Mamá me dijo que estaba obsesionada, y papá recalcó que acabaría con un nido de pájaros en la cabeza. Pero a mi me da igual, a mi me gusta.
Todo va bien. Es tan... romántico, tan verdadero, tan puro... que duele. Es más, puede llegar a causar espanto, no horror, pero sí algo de indigestión. Nadie puede ser así en la vida, por favor.
De repente, entra en escena. Él. El eterno olvidado de Bella, Jacob Black. Siempre me resultó un personaje curioso, algo maniático y pesado en exceso. Sin duda, no me caía bien.
Ahora no lo he visto de la misma manera.
Jacob tiene muchos defectos. Puede resultar obsesivo, pesado, cargante, egocéntrico hasta más no poder, insistente. Pero a la vez es dulce, cariñoso, afectuoso, fiel, leal y, sobre todo, un gran apoyo. Todas sus ínfimas, pesadas y adorables características nos sacan de su hilo central. Todas esas cosas nos hacen olvidar el por qué Jacob es como es.
Jacob ama a Bella. Con todas sus fuerzas. Aunque al principio solo podemos verle como "el chico que se coló por Bella y le suelta todo lo que ella le pida", vemos que se convierte en algo mucho más grande.
Él está ahí, frente a todo. Está ahí cuando Bella desaparece en el bosque, cuando el maravilloso Edward se va y la deja a su merced, él está ahí cuando ella le necesita. Gracias al karma ella se da cuenta de que es imprescindible. Su mejor amigo.
Pero Jacob no piensa igual. Sigue ahí cuando ella decide volver con el vampiro, para protegerla, para asegurarse de su seguridad, para quererla en la distancia. Varias veces se lo dice, y, aunque ella lo pueda negar, sabe que es la verdad.
Al final, ella se da cuenta de todo. Sí, está locamente enamorada de Jacob. Pero eso no la impide en absoluto el volver con Edward. Es una decisión fácil, en realidad. Al menos para ella.
¿Por qué no pensamos en cómo se siente Jacob? En el hecho de que, a pesar de que pueda sentir que ha perdido el tiempo esperandola, en que nada tiene sentido ahora, en que espera y espera, pacientemente, a que ella vuelva a sus brazos, cálidos, naturales y protectores, y no vuelve más que en contadas ocasiones, en su frustración al saber que ella también le ama, pero que seguirán sin estar juntos... y nunca, jamás, va a reprocharla nada.
Jacob lo hace mal. Es chapucero por naturaleza. Pero eso no cambia los sentimientos. Y se le presentan nuevas oportunidades, pero nunca acaban de cuajarle, porque Bella siempre permanece en sus pensamientos. Y sabe que nunca, mientras el vampiro exista, va a poder estar con ella, pero eso le da igual. Le basta con saber la verdad. Lo necesita. Lo ansía. Y aun sabiendo lo que hay, no se rinde. Perseverancia admirable. Y ahí sigue, contra viento y marea, sin pensar en las consecuencias de sus actos... todo por Bella.
La película toca a su fin. Y todos sabemos la verdad.
Y pienso en el amor de Bella y Edward, perfecto y deseable. Y en Jacob.
Y lloro al pensar en lo que siente.

3 comentarios:

Sergio dijo...

No sé qué ponerte de comentario. Cualquier comentario afea esta entrada.

Suerte con tus meditaciones internas, pequeña V.
Tranquila, que llegarás a algún sitio, a alguna decisión.

Camino dijo...

Te dije una vez que Jake siempre fue el eterno olvidado. Ahora todo cobra más sentido. Como ha dicho Sergio, nada que comentar, todo dicho ¿verdad?.


Sin embargo, hay algo de esperanza ¿no? Jake encuentra a su renesmee. =)

St. James dijo...

*Suspiro*

Pobre Jacob ... siempre tiene que haber un candleholder :(

Me encanta ver como Victoria va desnudando su alma poco a poco, sensualmente, con cada entrada ;D