miércoles, 16 de julio de 2014

Breaking Dawn

Ha pasado mucho tiempo ya. Tiempo en que los ríos de tinta se secaron, tiempo en que las ideas se crearon en su superficie una capa gruesa de sal y roca que las hizo permanecer inmutables, estáticas, incluso prácticamente muertas.
Aquellas ideas sólidas deseaban escapar de su tortura. Al principio, no contestaron, pretendían permanecer ocultas bajo sí mismas, bajo esa corteza dura. Pero un día empezaron a golpear su propia armadura, impacientes, creyendo que era el momento de salir. Ciertamente, les acallé. No era el momento, ni el modo.
Pero hoy ha habido un cambio. No era consciente de que ellas iban madurando, progresando, creciendo de dentro hacia fuera, que llegaría un momento que su crecimiento haría romper esa coraza de estática relatividad.
Ese momento ha llegado.
Y yo, aceptando el Destino con afable abrazo, me cultivo en dejar su impronta en el frío abrazo de la realidad.

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